ESCUCHAR ES NUESTRA RESPONSABILIDAD

Astrid Salazar SUPERVISORA DE COMUNIDADESANTOFAGASTA, CHILE

Astrid es Supervisora de comunidades en Antofagasta, Chile, y ha trabajado en Glencore durante 13 años. Trabaja con agricultores y autoridades locales en los alrededores de Lomas Bayas, gestionando reuniones y programas comunitarios. Se enorgullece de su capacidad para escuchar varios puntos de vista y encontrar soluciones que son beneficiosas para la comunidad, pero que también respaldan la licencia social de Glencore para operar.

Astrid se sintió inspirada para emprender una carrera en trabajo social gracias a su madre, que trabajaba en un hogar para niños desfavorecidos. Desde muy joven, aprendió a escuchar y ayudar a personas vulnerables y descubrió su talento como comunicadora.

Astrid gestiona el programa de becas de la empresa para jóvenes locales y los programas de autodesarrollo para empleados. También representa a la empresa en ferias locales y eventos públicos.
 

“El hecho de que nuestro trabajo nos acerque tanto a la comunidad quiere decir que la gente confía en nosotros, nos respeta y sabe que los respetamos.”

Para nosotros como empresa, es nuestra responsabilidad tener una buena relación con todos nuestros grupos de interés porque cuando nos relacionamos adecuadamente con ellos, podemos entender lo que esperan de nosotros. Una vez al mes, organizamos grupos de trabajo comunitario que reúnen a miembros de la comunidad y colegas de Glencore. Al comienzo de cada sesión, les recuerdo a todos que nuestra prioridad es la confianza y la transparencia. Trabajamos juntos para resolver problemas y buscar una solución con la que todos estén conformes.

También contamos con varios programas de apoyo para los agricultores de Calama, cerca del desierto de Atacama en Chile. Tenemos especialistas en agricultura y un programa de asesoría legal que puede ayudarlos con sus consultas. Asimismo, trabajamos con el Hospital Regional de Antofagasta para proveer asistencia médica.

En mi vida personal, trato de ser empática todos los días. A veces, cuando hablo con alguien, no tengo una respuesta inmediata para su problema. Como parte del equipo de gestión de HSEC y Derechos Humanos, pongo todo de mí en mi trabajo. Si no puedo solucionar un problema en un momento determinado, busco otras opiniones u opciones.

Las comunidades saben que pueden contar con nosotros. Lo sé porque, en 13 años, el equipo con el que trabajo no ha tenido ninguna queja. El año pasado, otorgamos una beca social a más de 20 jóvenes del pueblo minero chileno de Baquedano. Muchos jóvenes no entendían por qué no podían conseguir trabajo. Descubrimos que la mayoría de ellos no sabía cómo preparar un

CV o presentarse en una entrevista. Junto con nuestro equipo de Recursos Humanos, nos esforzamos para desarrollar sus habilidades y conectarlos con Lomas Bayas. Creo que dar herramientas a una comunidad es esencial. Si les damos las herramientas, podemos trabajar juntos para desarrollar un futuro sostenible a largo plazo para ellos y para nosotros.