La historia de Adriana: Navegando por las materias primas y nuevas oportunidades de Nueva York

Adriana nació en La Paz, Bolivia, donde pasó gran parte de su infancia. Acababa de terminar sus estudios en Estados Unidos, cuando vio la oportunidad de trabajar en una empresa minera en su país natal, Bolivia, la cual acababa de ser comprada por Glencore.  

“En aquel entonces, la minería era un mundo desconocido para mí”, recuerda Adriana. “Pero estaba decidida a aprender todo lo posible y tuve la oportunidad de viajar a Chile para ver nuestros envíos, los almacenes de concentrados y las operaciones mineras”.

Adriana también pasó un tiempo en Baar, sede central de Glencore en Suiza, donde adquirió habilidades que hoy son clave en su labor como Gerente de Tráfico, coordinando la logística del departamento de concentrados de zinc y plomo de Glencore.  

“He podido comprender aún mejor cómo se transportan las mercancías de un lugar a otro, un conocimiento que es fundamental para nuestra labor en Gestión de Tráfico”, explica Adriana. “Y el hecho de haber trabajado en nuestro negocio industrial en Bolivia significa que tengo experiencias diferentes a las de los demás miembros de mi equipo, ¡y he aprendido a aprovecharlas!”

Adriana y su equipo se encargan de los contratos y acuerdos comerciales del negocio de marketing de Glencore, comprueban las existencias y los inventarios, y gestionan las entregas para ayudar a Glencore a cumplir con sus obligaciones en los acuerdos comerciales. Trabajan en un entorno dinámico, en el que los precios cambian y los mercados se mueven constantemente.

“Es un proceso complejo y también conlleva riesgos”, explica Adriana. “Tenemos que ser metódicos y organizados para cumplir con los plazos”.

Hace unos años, Adriana se mudó con su familia desde Bolivia a Suiza. Reconoce que la transición no siempre ha sido fácil, especialmente para sus cuatro hijos, quienes tuvieron que adaptarse a una nueva cultura y aprender un nuevo idioma. 
“Aunque hemos tenido algunos retos, mudarnos a Suiza también ha traído nuevas experiencias y oportunidades para mi familia, como visitar nuevas ciudades, disfrutar de la naturaleza, aprender a esquiar y pasar tiempo en el lago de Zug”, dice Adriana. “En muchos sentidos, nos ha unido aún más”.

Para Adriana, lo más importante siempre ha sido encontrar el equilibrio entre su vida laboral y familiar.  

“Siempre voy a querer pasar tiempo con mis hijos y quiero que ellos sepan que estoy ahí para ayudarlos y guiarlos”, explica. “De hecho, he aprendido mucho sobre cómo liderar personas gracias a mis experiencias como madre. ¡En nuestro equipo bromeamos diciendo que ahora tengo 22 hijos más!”